jueves, 24 de agosto de 2017

martes, 22 de agosto de 2017

Museo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife I

RETRATOS


                                                           RELIGIÓN



RETRATO O ESCENA COSTUMBRISTA




PAISAJE




ESTAMPA MARINA











                                            



lunes, 21 de agosto de 2017

¿Para qué sirve la literatura? / por Alfonso Domingo Quintero

¿Para qué sirve la literatura? / por Alfonso Domingo Quintero

Muchas veces me he visto ante la tesitura de responder en mi clase de Lengua Castellana y Literatura a esta pregunta: «¿Para qué sirve la literatura?», entonces he recurrido a una respuesta al uso que está al mismo nivel y en el registro del alumno que pregunta, esto es: «para aprobar la asignatura», desde luego no es una respuesta de altos vuelos, pero sí convincente. Sin embargo, me he ido de la clase meditando la pregunta: «¿Para qué sirve la literatura?». En mis clases tengo la costumbre de llevar textos significativos de tal autor o tal movimiento, para que el alumno se familiarice con ellos, con la intención de no reducir la hora a una exposición histórica de la literatura, que estaría bien, pero que parece insuficiente, pues el alumno debe entrar en contacto con la literatura misma. Pero esto, ¿para qué sirve?
            Pues bien, una vez acabada la clase, la pregunta me persiguió por el largo pasillo que me llevaba a la siguiente aula, y recordé el momento en el cual la protagonista de Nada de Carmen Laforet abría su diccionario de griego en plena postguerra, y, efectivamente, esto para qué sirve, se le podría preguntar a la protagonista. Pues es un acto de dignidad, de afirmación de todo lo noble y humano que lleva consigo la vida, más allá de un entorno miserable. Más allá de la guerra, de las atrocidades y la penuria queda estudiar el griego clásico, la música, la ciencia, la pintura, el cine o dar un paseo por el parque. Todo lo que nos constituye como personas, y no su contrario, todo aquello que nos destruye.
            Aquel día el pasillo dio para mucho, y aún se me ocurrió una segunda respuesta recordando aquellas primeras líneas del «Prólogo» de Lunario sentimental de Leopoldo Lugones cuando escribe: «Va pasando, por fortuna, el tiempo en que era necesario pedir perdón a la gente práctica para escribir versos», palabras que tanto me satisfacían cuando era joven. Pues pienso que hay que fomentar en el alumno ese romanticismo ingenuo que nos habita cuando se es joven, y que de adultos sustenta unos principios éticos fundamentales ante la problemática de la vida.
            Otra respuesta posible, no creo que sea entendible para un muchacho de dieciséis años, sino que es comprensible con el paso del tiempo, sería que de la misma manera que Alonso Quijano se inventó a don Quijote para escapar de su vida anodina, para un lector de nuestros días la literatura abre todo un campo de disfrute de una realidad llena de imaginación y, sobre todo, nos brinda una fuente inagotable de conocimiento desde ese otro lado de la vida al que llamamos cotidiano.
            Por último, a quien escribe estas líneas, perdonen la alusión personal, le ha servido tantas veces para asomarse a la vida de tantas personas, y exclamar junto al poeta Luis Cernuda: «¿Es así / el mundo?».

sábado, 12 de agosto de 2017

Exposición: Pintura y poesía. La tradición canaria del siglo XX.

Información en este enlace


Pedro de Guezala
Camillero del sur, 1946


Carlos Matalla
Suite XI, 







Pedro Guezala
Calle

Juan Ismael
Paisaje del sur de Granadilla, 1930